Les mando un par de correos que juntos van muy bien. No se si el autor desea fama, asi que lo dejo en R.B.
Saludos
From: rb
Sent: Saturday, April 23, 2011 9:39 PM
Subject: tó pa ná
Cuando veo los palos de ciego que ando dando mandándoles correos como el que van a encontrar enseguida de éste, me vino a la mente ésta anécdota que es una delicia. Bueno, pues aunque fuera "to pa ná" no me cansaré de seguir con mi cantaleta.
rb.
Tó pa ná
Con la ventaja que nos da ahora el internet, pude localizar el texto original que dice:
" ... Me he acordado de Pepe Luis Vargas. Pepe Luis Vargas es un pundonoroso torero ecijano, que retirado por el cornalón que habré de referir, se dedica ahora en cuerpo y alma a animar la escuela taurina de su natal Ciudad del Sol, donde con gran ilusión va sacando chavales que despuntan en algo tan difícil como ser matador de toros. Pepe el Manteca me dijo en Cádiz una vez, cuando le pregunté por el cartel de un novillero que se anunciaba en su tienda del barrio de la Viña gaditano:
—Este es uno que quiere ser torero. Pero eso es más difícil que llegar a obispo. ¿Usted no ha visto la cantidad de chavales que se van al seminario porque tienen vocación? Bueno, pues de todos esos, nada más que uno llega a obispo. Y a figura del toreo, menos que los seminaristas. ¡No llega ni uno de todos estos novilleretes!
Esa dificultad la sabía Pepe Luis Vargas, torero valiente y luchador, que se encontró en toda su carrera con las que ahora llaman «corridas duras», en las que intentó el triunfo para hacerse figura. Y para serlo, en la Feria de Sevilla de 1987 se jugó el todo por el todo la tarde del 23 de abril, en que no había tenido suerte con su primer toro de Bernardino Jiménez, y cuando iba a salir el segundo, reseñado con el nombre de «Fantasmón», cogió el capote y se fue para la puerta de chiqueros, para recibirlo a portagayola. Se puso doblemente genuflexo ante el portón de los sustos, extendió el capote, le hizo un gesto al torilero y salió el quinto de la tarde, que, haciendo un extraño, se llevó al pobre de Pepe Luis Vargas por los aires. Le atravesó el muslo derecho y le partió la femoral. De su pierna brotaba un caño de borbotones de sangre cuando lo llevaban a la enfermería, a pesar del torniquete que el banderillero Rafael Sobrino le hizo con el corbatín. Durante tres horas, el doctor Ramón Vila lo operó a vida o muerte en la enfermería de la plaza, con un terrible shock hipolémico. Cuando Pepe Luis Vargas despertó de la anestesia, pronunció tres palabras que deberían estar grabadas con letras de oro en la historia del pundonor torero y que me las han recordado ahora los tumbos, ocurrencias y pamplinas del Gobierno: «Tó pa ná».
YA ES TIEMPO DE RESUCITAR.
"... UN SOLDADO EN CADA HIJO TE DIO"
Si queremos cambiar la ley, éste es el momento. No será fácil, pero les puedo asegurar que si será para cada uno de ustedes una gran realización.
La gran mayoría de los mexicanos, no pertenecen a ningún partido político, tampoco pertenecen a ningún grupo cívico o social. Tampoco forman parte de ninguna asociación o sindicato o agrupación alguna, llamase ONG o club deportivo o club rotario, o consejo parroquial o comité de vecinos.
Nada. Somos individualistas por conveniencia, pues pertenecer o comprometerse significa un esfuerzo, cuando no un sacrificio y eso, no estamos dispuestos a sufrirlo, mucho menos, de manera voluntaria. Solo una convicción muy personalìsima y una fuerza de voluntad despojada de egoísmos, puede conseguirlo.
De ahí que cuando nos quejamos (y lo hacemos casi siempre) no pasa de ser un exabrupto ante los amigos o parientes que igual que el quejoso le dan la razón pero no sucede nada. Bueno, lo mas que puede suceder es que a alguien se le ocurra un buen chiste para burlarse de aquellos que deciden por nosotros... y ya. (¿Saben ustedes quienes si logran cambiar las leyes a su antojo? los que sobornan u ofrecen canonjías o prebendas a los legisladores).
Los políticos saben que a titulo personal, somos menos que nada y por eso no mueven un dedo. Que hablen, que renieguen, que chillen, que no va a pasar de ahí. Ellos, los políticos, solo hacen caso cuando se les presiona, pero individualmente eso no va a suceder nunca.
Tenemos que valernos de las instituciones formales que la sociedad nos ofrece pero a las que no hemos buscado nunca. Un correo lanzado como escopetazo "a ver quien me sigue la corriente" nunca va a traer ninguna consecuencia. Me llegan tantos llamados de esos ingenuos mensajes que me dan lástima. (Con el riesgo de que el mío corra con la misma suerte).
Mi propuesta es que se afilien a un grupo, al que quieran, para que se comprometan. Este, es un primer paso indispensable. (¡Vaya propuesta, les estoy pidiendo nada mas y nada menos que empiecen a hacerse ¡VERDADEROS CIUDADANOS! lo que pedía infructuosamente Gomez Morin hace 70 años). Solo el 15% de los mexicanos pertenecen a un grupo y de éstos, el 8% son de grupos religiosos. (En Estados Unidos, el 85% de la población esta afiliada por lo menos a una agrupación).
Despòjense de su egoísmo y confort (ufff). Si realmente quieren que en este país sucedan cosas, tenemos que empujar en la dirección que queremos, pero organizadamente. Hombre, si hasta a la delicuencia que funciona le dicen "crimen organizado". El internet ayuda, pero no basta. Hay que salir a la calle, una y otra vez, dejar la comodidad de mi sillón y dar la cara... y estar dispuestos a pagar el precio.
Un ejemplo: Yo leo comentarios en uno y otro lado rechazando a los diputados y senadores plurinominales. Bueno, pues desde ahora les digo que no va a pasar nada. Los únicos que no quieren que las cosas cambien son los mismos políticos, que están muy a gusto así. Y miren que se los digo yo, que se algo de eso. Salvo muy honrosas excepciones, la clase política "se traga" a los legisladores que llegan convencidos que ellos harán la diferencia. En seis meses a lo sumo, dejan de pensar en los demás y empiezan a soñar en eternizarse en el poder.
¿Cuàndo van a legislar para que haya menos diputados y senadores? Nunca. A menos que, organizadamente, los grupos de todo el país los presionen de tal manera que nos le quede otra que obedecer, pues de otra forma perderían mas. Los panistas dicen que quieren reducir el número de pluris, que quieren que haya reelección de los que salgan muy buenos... pero saben en el fondo que la negativa del PRI y del PRD dejará las cosas igual, con el beneplácito de ellos mismos.
Si las organizaciones sociales, laborales o de cualquier otro tipo, unidos, se empeñaran en presionar a los legisladores y a los partidos, amenazándolos con sanciones sociales mucho mas drásticas, entonces veríamos un verdadero cambio. Las amenazas individuales se las pasan por el arco del triunfo, pero una amenaza colectiva y organizada, los pondrá a temblar y entonces, hasta entonces, tomarán cartas en el asunto.
El tema de la seguridad es otro que nos incumbe a todos, pero solo vemos con desesperación e impotencia como las autoridades dicen y dicen y dicen, sin ningún resultado. Pues sepan ustedes que hay muchas maneras, dentro de la desobediencia civil, que los pueblos han usado exitosamente para conseguir que los gobernantes corrijan el camino.
¿Cual es pues el pre-requisito para que sucedan las cosas que queremos que sucedan? Que trabajemos con un grupo organizado y que desde ahí, hagamos que surjan hacia las autoridades las exigencias mas apremiantes.
Como se que es mucho pedirles, tal vez esta recomendación no pase de ser otro escopetazo de salva. Pero aún si nada pasara, yo persistiré en mi postura y en mi propuesta: si no trabajamos con orden y disciplina, bajo el liderazgo de gente de fiar, dentro de 50 años nuestros hijos se seguirán quejando de lo mismo.
Me conformo con que estos renglones les den una sacudida de conciencia. ¡RESUCITEMOS, MEXICANOS!
En 1982, un pequeño grupo de hombres libres empezaron en Chihuahua un movimiento en el que nadie creía: acabar con la hegemonía del poder priísta. Y así empezó todo, invitando a la gente a agruparse para poder luchar juntos.
RB
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